Algo envenena el agua
Andrés Timoteo Morales /El Mundo de Córdoba
México 23 de agosto, 2009
México 23 de agosto, 2009
Tierra Blanca.- Ya es casi una leyenda urbana aunque sus consecuencias son fatales, tanto que en el último año no hay colonia ni barrio que no recuerde el funeral de alguien que murió por la misma enfermedad: insuficiencia renal.
Aquí en Tierra Blanca casi todos saben el significado de las dos palabras y lo peor, los habitantes parecen que cuentan los días para que llegue a cada uno la noticia de padecer dicho mal. “Es el agua de la llave”, coinciden todos en identificar al posible factor que provoca daño irreversible a los riñones. Todos también esperan con ansiedad un trasplante del tal órgano pese a que la mayoría no ha sido inscrito en la Lista Nacional de Espera que lleva la Secretaría de Salud.
Los afectados -unos 2 mil diagnosticados ya con mal avanzado de una población de cien mil habitantes según datos del Hospital General y de la clínica 33 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS)- tienen también otro común denominador: tomaron agua directamente de la red potable municipal durante casi toda su vida.
Pero más allá de las frías estadísticas y de los datos elaborados desde los escritorios, la tragedia humana en Tierra Blanca rebasa todo escenario imaginado. La pobreza mezclada con una posible contaminación ambiental y la desidia de las autoridades hacen un caldo mortal que envenena a los terrablanqueses.
Aquí en Tierra Blanca casi todos saben el significado de las dos palabras y lo peor, los habitantes parecen que cuentan los días para que llegue a cada uno la noticia de padecer dicho mal. “Es el agua de la llave”, coinciden todos en identificar al posible factor que provoca daño irreversible a los riñones. Todos también esperan con ansiedad un trasplante del tal órgano pese a que la mayoría no ha sido inscrito en la Lista Nacional de Espera que lleva la Secretaría de Salud.
Los afectados -unos 2 mil diagnosticados ya con mal avanzado de una población de cien mil habitantes según datos del Hospital General y de la clínica 33 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS)- tienen también otro común denominador: tomaron agua directamente de la red potable municipal durante casi toda su vida.
Pero más allá de las frías estadísticas y de los datos elaborados desde los escritorios, la tragedia humana en Tierra Blanca rebasa todo escenario imaginado. La pobreza mezclada con una posible contaminación ambiental y la desidia de las autoridades hacen un caldo mortal que envenena a los terrablanqueses.
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