martes, 11 de agosto de 2009

Obama aplaza la reforma migratoria


MUNDO
Obama aplaza la reforma migratoria
Washington frena la esperanza de México de que sus 12 millones de indocumentados sean legalizados
11.08.09 -
MILAGROS LÓPEZ DE GUEREÑO

Stephen Harper y Felipe Calderón escuchan con atención a Barack Obama frente a la fachada del Centro Cultural Cabanas de Guadalajara. / AFP
GRÁFICO: LETICIA PECERO
La V Cumbre Norteamericana concluyó ayer en la ciudad mexicana de Guadalajara con buenos deseos, grandes sonrisas y excelentes declaraciones de intenciones para trabajar conjuntamente a favor del medio ambiente, de la economía y la seguridad en el campo de la lucha contra el narcotráfico y la expansión del virus de la gripe A. Pero sin ningún cambio en el estatus. Eso sí, en una rueda de prensa conjunta, el presidente del país azteca, Felipe Calderón; su homólogo estadounidense, Barack Obama; y el primer ministro canadiense, Stephen Harper; destacaron la «excelente cooperación entre nuestros tres países».
No obstante, Washington no aprobará la reforma migratoria que legalizaría a doce millones de indocumentados, la mayoría mexicanos. No es una prioridad, aunque mantendrá su apoyo con medios y fondos para la lucha contra los carteles de la droga porque confía en que las fuerzas del orden respetarán los derechos humanos.
Obama explicó que no tiene «una varita mágica» para hacerlo todo al mismo tiempo. Insistió en que sus prioridades ahora son la reforma de los sistemas sanitario y energético norteamericanos. Regular la migración ilegal se tratará a «más largo plazo». Actualmente más de 45 millones de hispanos, de ellos 30 de origen mexicano, viven al otro lado de Río Grande. Un filón de votantes que no hay que despreciar.
Asilo
El Gobierno de Ottawa también colaborará formando policías, pero tampoco dará marcha atrás en una legislación que impone visas a los ciudadanos mexicanos en un intento por evitar el incremento de solicitudes de asilo.
Al respecto, Calderón señaló que habían «hablado con franqueza» y que en su país «se deplora esa decisión». «Pero -añadió- vamos a trabajar juntos para acabar con las causas que generan este abuso en el generoso sistema de refugio canadiense». Agregó que «no se puede permitir que un tema especifico de la agenda bilateral detenga todo el potencial que tenemos», en concreto la «oportunidad de tres economías que se complementan».
Tanto Harper como Obama tuvieron palabras de aliento a la política de México contra los cárteles del narcotráfico. «Canadá reconoce el compromiso valiente del presidente Calderón», señaló el primer ministro canadiense.
Por su parte, Obama garantizó la continuación del apoyo al 'plan Mérida', que provee de medios y fondos para luchar contra el crimen organizado, porque «tengo confianza en que las fuerzas del orden mexicanas observarán el cumplimiento de los derechos humanos». Se dirigía a los grupos que denuncian abusos de las fuerzas del orden. El anfitrión defendió a sus cuerpos de seguridad. Aseguró que habían hablado sobre el tema y que el Estado estaba comprometido con el respeto de los derechos de todos los mexicanos.
La crisis de Honduras tampoco faltó en el foro norteamericano, el primero al que asiste «El fascinador», como ha calificado algún analista a Obama. El presidente estadounidense y sus dos colegas coincidieron en la importancia del respeto a los sistemas democráticos y en la necesidad de encontrar un mecanismo que garantice el Estado de Derecho. Obama reiteró que «hubo un golpe de Estado» y que Manuel Zelaya «debe regresar», además de aprovechar la cita para llamar «hipócritas» a los críticos de denuncian que Washington «se ha entrometido» y al mismo tiempo critican que no hace nada.
La declaración final recoge asimismo la necesidad de modernizar el muro metálico levantado por George W. Bush, conocido como la 'frontera de la tortilla'; luchar contra el cambio climático, avanzar en las energías limpias y renovables; y mantener «los mercados libres, evitando el proteccionismo».

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