domingo, 16 de agosto de 2009

Sepultan a vendedora arrollada por obispo


Policiaca
Sepultan a vendedora arrollada por obispo

Cerca de las 13:30 horas llegó el cortejo fúnebre que acompañó a Reynalda Marchena de Vásquez a la parroquia de Cristo Rey para escuchar su última misa.
El Sol de Córdoba
16 de agosto de 2009
Miguel Olvera Caballero


Huatusco, Veracruz.- "Reynalda siempre será para mi una compañera para toda mi vida", fue el mensaje de Eduardo Patiño Leal, obispo de la Diócesis de Córdoba para los familiares de la comerciante que murió el jueves pasado en el accidente.Llegó a bordo de una camioneta Nissan roja con placas PY-25-421, un contingente compacto seguía la unidad que transportaba los restos de Reynalda Marchena de Vásquez, a quien se celebró la misa de cuerpo presente en la parroquia de Cristo Rey."Me siento muy consternado y apenado por ser yo quien conducía el vehículo que arrebató la vida su madre y hermana, mejor me hubiera llevado a mí en lugar de a ella le digo al señor", expresó el pastor de la iglesia católica a través de una carta enviada a los familiares y que fue leída en la homilía.La misa inició cerca de las 13:40 del sábado, el templo lucía adornado todavía con las flores de una boda que le antecedió, cambiando el ambiente de fiesta por uno de luto y tristeza. Uno a uno fueron ingresando familiares y amigos con la mirada baja, las lagrimas en los ojos.Al sonar las campanadas, Francisco Javier Rodríguez Sainz y Francisco Paul Bello Montalvo, vicario general de la Diócesis de Córdoba y párroco de Cristo Rey, respectivamente, comenzaron la celebración. El féretro al frente fue un recordatorio silencioso de lo ocurrido la mañana del jueves."En mis oraciones le digo al señor que mejor me hubiera llevado a mi, como quise ayudarla en los últimos momentos para salvarle la vida, pero las autoridades me pidieron retirarme para iniciar las averiguaciones", rezaron las líneas que una a una fue leyendo el vicario general de la Diócesis de Córdoba.Algunos parientes intentaron desviar la atención de quien se acercaba para no difundir más la historia de la mujer que perdió la vida al ser arrollada por el primer ministro de la iglesia católica en la zona de Córdoba.A lo largo de la avenida 1 avanzó lentamente la carroza blanca, la gente salió de sus negocios u hogares para ver el cortejo fúnebre. El sentimiento arreció metros delante de la calle 4, donde se suscitó el percance que arrancó la vida a la comerciante que día tras día se apostaba sobre la banqueta para ofrecer sus productos.Patiño Leal afirmó que la muerte de Reynalda Marchena la sintió como si fuera de su propia familia y pidió por los familiares y amigos, pidiendo además que el Señor la conserve en la gloria.Pidió finalmente el perdón de los parientes más cercanos de la comerciante "su hermano y servidor en Cristo Eduardo Patiño Leal, obispo", así terminó el texto que entregó Francisco Javier Rodríguez Sainz a sus hijos.Pasadas las 16:00 horas el ataúd donde yacía Reylanda Marchena fue bajando lentamente a su última morada. Así terminó uno de los episodios que mayor controversia causó entre los huatusqueños y habitantes de la zona centro del estado. El caso del obispo, la investigación por parte del Ministerio Público seguirá su curso, pero ya es mero trámite, el problema se resolvió con el pago de la fianza.

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