

Marlon Ramírez: “Jefe, ¿qué es una manifestación?” (Miguel A. Carmona/Fotover)
Quince días no le bastaron al coordinador de Política Regional de la Subsecretaría de Gobierno, Marlon Ramírez, para resolver el problema de la estudiante Verónica Capitaine, quien siendo rechazada para ingresar a la Universidad Veracruzana, se plantó en la Plaza Lerdo de Xalapa y este 30 de julio de plano se encadenó a uno de los pilares de Palacio de Gobierno, porque nadie le hacía caso.
Como muestra de la ineptitud de Marlon, en vez de resolver el problema, se dedicó a denostar a la estudiante y afirmar que era manipulada, de lo que se agarró el rector de la Universidad Veracruzana, Raúl Arias Lovillo, al señalar que el problema de la joven era político.
Verónica, proveniente de una de las comunidades más pobre de San Andrés Tuxtla, fue el pecado que le vio Marlon Ramírez, quien fue el mismo que atendió a Ramiro Guillén Tapia, quien se inmoló en la Plaza Lerdo porque el señor de Política Regional lo recibió 105 veces, pero nunca le resolvió el problema de tierras en Soteapan, en la misma sierra de donde proviene Verónica, al sur de Veracruz. Ramiro murió gracias a la ineficiencia y velemadrismo de Marlon.
Verónica, irá al Tec de Xalapa
En ese escándalo a nivel mundial tuvo que intervenir el gobernador personalmente, ya que el inmolado era hermano de su amigo el poeta Orlando Guillén, que reside en Barcelona, España; y todo porque nadie sabía, mucho menos el jefe de Política Regional del gobierno de Veracruz, quién era Ramiro. Como lo vio casi negro y de rasgos indígenas, no le hizo caso y lo mismo sucedió con Verónica: su rostro indígena fue lo que motivó la furia de este funcionario, que tiene tiempo que debería estar en la cárcel o en la calle.
Marlon es el mismo ineficiente funcionario que mandaron a negociar el bloqueo de la carretera federal en Minatitlán, ya que los campesinos querían que se cumplieran las promesas de arreglar sus caminos rurales. La negociación quedó en que Marlon se refugió en las oficinas de gobierno y como solución se dio la represión que metió en un brete nacional al gobierno de Veracruz, por las fotografías donde campesinos, sin oponer resistencia, eran salvajemente golpeados por los policías federales y estatales.
Más de 150 millones de pesos para caminos para Minatitlán fue el costo económico para el gobierno de Veracruz y la imagen de represor gracias a Marlon.
Marlon hizo su parte en la bola de nieve que es el problema de los rechazados de la Universidad Veracruzana. Este 31 de julio la joven fue recibida por el gobernador, quien la convenció para que ingresara al Tecnológico de Xalapa becada.
Herrera Beltrán en esta ocasión saca el escándalo, pero el problema de los rechazados sigue. ¿Los directivos de la UV se pondrán las pilas para que ingresen más alumnos, así como cuando el garrafal error del CENEVAL? ¿Seguirán utilizando a CENEVAL para seguir haciendo ricos a universitarios del país que viven de los presupuestos públicos dedicados a las universidades desde que salieron de sus respectivas carreras? ¿Raúl Arias Lovillo denunciará a la autoridad judicial el delito de alquilar computadoras que le costaron al pueblo de Veracruz 92 millones de pesos?

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