
ONIEL MOISÉS FERRER CANTANTE
«En casa cantábamos cada vez que había apagones de luz»
Un homenaje al intérprete cubano cierra hoyel Parapandafolk
JUAN JESÚS GARCÍA
GRANADA
El intérprete cubano Oniel Moisés Ferrer. / J. J. G.
«En casa cantábamos cada vez que había apagones de luz»
Un homenaje al intérprete cubano cierra hoyel Parapandafolk
JUAN JESÚS GARCÍA
GRANADA
El intérprete cubano Oniel Moisés Ferrer. / J. J. G.
Aún dedicando toda la vida a la música, que sus grabaciones de los años cincuenta con la Orquesta de Chepín todavía se pueden conseguir, Ibrahim Ferrer alcanzó la notoriedad mundial como cantante, sobre todo de boleros (grandísimo sus 'Dos gardenias') y piezas más sensibles, en el colectivo Buena Vista Social Club. Sus hijos y nietos mantienen ahora en alto el apellido haciéndole un homenaje que llega hoy al Parapandafolk para cerrar el Festival junto con la actuación del grupo Aliara.
-¿Cómo se fraguó este concierto de homenaje?
-Los conciertos homenajes a Ibrahim Ferrer se gestaron desde el mismo primer aniversario de su desaparición física, hace ahora el 6 de agosto cuatro años. Algo que sin duda no era más que la continuación de algo que ya en Argentina se llevara a vías de hecho aún estando vivo, compartiendo escenario con sus hijos en presentaciones que realizara en Buenos Aires, país donde residimos tres de sus hijos, su nieta mayor y su bisnieto, desde 1999. Desde su fallecimiento nació la Ferrer Son Music, proyecto que integramos Ibrahim Ferrer Jr, Normita Ferrer, Anet Jova Ferrer y Oniel Moisés. Realmente lo que sus hijos pretendimos siempre fue que su obra musical perdurara en el tiempo.
--¿El resto de la familia Ferrer también se dedica a la música?
-Su descendencia está compuesta por cuatro hijas y dos hijos, todos de una forma u otra vinculados a la música. Ibrahimcito, Normita y Oniel Moisés nos dedicamos a la música de forma profesional, todos cantantes. Anet su nieta, percusionista y Marlene, que vive en Cuba, es la manager de la agrupación musical Los Bocucos, formación con la que Ibrahim cantara desde su llegada a La Habana en 1958 hasta su retiro, unos años antes de integrar el Buena Vista Social Club. Iris y Clarita las más pequeñas son profesionales de la salud, aunque también son excelentes cantantes de la música popular cubana.
-¿Qué queda de esa especie de dicho de que 'con una lata y un palo arma el guateque el músico cubano'?
-Mucho queda aún en los cubanos de ese viejo estribillo musical. En nuestro caso muy particular desde muy jóvenes compartíamos la alegría de esos ricos ritmos en la casa donde vivíamos, donde nos reuníamos todos en la sala y cantábamos a forma de descarga cubana en el tiempo que duraban los apagones de luz. Aún lo seguimos haciendo cuando nos reunimos en Buenos Aires cuando no estamos de gira y se forma el guateque en cualquier momento.
Una saga
-Ibrahim senior era la imagen de la ternura y la fragilidad ¿no?
-Cierto es que el viejo transmitía ternura y paz, no creo que la fragilidad fuera una de sus virtudes o en el mejor de los casos algún defecto y de hecho lo demuestra que convivió con una enfermedad que al final le venció, pero sin demostrarnos nunca flaqueza o temor por un desenlace que todos sabíamos que pronto podía llegar.
-¿Desde dentro de la familia, cómo se vivió su éxito? ¿Y el que fuera tan tardío?
-Su éxito se vivió dentro del seno de la familia tal y como el mismo lo había vivido y disfrutaba, con humildad y sencillez. Tal vez en los últimos momentos lo empezó a interiorizar un poco, porque nunca se lo creyó. No entendía como un hombre como él, un artista de pueblo podía llenar plazas y abarrotar teatros, ese sentimiento nos lo inculcó hasta el final de su vida. Y algo importante se resume en una de sus palabras al expresar: «Le agradezco a la vida por todo lo que me tenía guardado».
-Todavía no se ha agotado 'Efecto Buenavista' ¿hay que esperar aún a los ochenta para ser alguien en la música cubana?
-El efecto Buena Vista es una consecuencia de la necesidad de romper barreras y fronteras, mucho se ha especulado sobre si fue o no bueno que esto sucediera, pero la verdad es que son muchos los que necesitaban, allende a los mares de la isla, que algo así ocurriera y de esa forma entonces abrirle un espacio a algo que tan arraigado está en las raíces culturales de Cuba, la música popular en toda la extensión de sus géneros.
El cine
-Lo curioso es que por la película fuera de Cuba se piensa que su música es la que suena en ella ¡y es la de hace más de medio siglo!
-No son pocos los jóvenes que siguen llevando por el mundo nuestra música, que es la de siempre, aun cuando esta cumpla más de doscientos años. La popularidadya es ajena a esas voluntades, pero el resultado si se palpa en cualquier lugar. Aún se cantan boleros para enamorarse las parejas jóvenes, se baila un son o su derivación la salsa, el cha cha chá o la rumba.
-Se lo digo porque la actualidad sonora del isla tiene poco que ver con los viejitos: ¡sólo se escucha timba y reggaetón!
-No es menos cierto que hay una juventud creadora tanto dentro como fuera de Cuba y la razón misma de que hoy sea mucho más fácil escuchar el reggaetón o la timba en la Isla, le da mucha más fuerza a los creadores.
-¿En qué consiste este recuerdo familiar a Ibrahim?
-En agrupar a sus continuadores, acompañados por destacados músicos radicados fuera de Cuba, que en general reconocen su calidad artística, pero mucho más su calidad humana, por lo que se suman de forma incondicional al proyecto y en él se cantan las canciones más representativas de repertorio popular cubano, algo que sin lugar a dudas le hizo sentir un modesto orgullo a un artista de pueblo como Ibrahim Ferrer Planas.
-¿Cómo se fraguó este concierto de homenaje?
-Los conciertos homenajes a Ibrahim Ferrer se gestaron desde el mismo primer aniversario de su desaparición física, hace ahora el 6 de agosto cuatro años. Algo que sin duda no era más que la continuación de algo que ya en Argentina se llevara a vías de hecho aún estando vivo, compartiendo escenario con sus hijos en presentaciones que realizara en Buenos Aires, país donde residimos tres de sus hijos, su nieta mayor y su bisnieto, desde 1999. Desde su fallecimiento nació la Ferrer Son Music, proyecto que integramos Ibrahim Ferrer Jr, Normita Ferrer, Anet Jova Ferrer y Oniel Moisés. Realmente lo que sus hijos pretendimos siempre fue que su obra musical perdurara en el tiempo.
--¿El resto de la familia Ferrer también se dedica a la música?
-Su descendencia está compuesta por cuatro hijas y dos hijos, todos de una forma u otra vinculados a la música. Ibrahimcito, Normita y Oniel Moisés nos dedicamos a la música de forma profesional, todos cantantes. Anet su nieta, percusionista y Marlene, que vive en Cuba, es la manager de la agrupación musical Los Bocucos, formación con la que Ibrahim cantara desde su llegada a La Habana en 1958 hasta su retiro, unos años antes de integrar el Buena Vista Social Club. Iris y Clarita las más pequeñas son profesionales de la salud, aunque también son excelentes cantantes de la música popular cubana.
-¿Qué queda de esa especie de dicho de que 'con una lata y un palo arma el guateque el músico cubano'?
-Mucho queda aún en los cubanos de ese viejo estribillo musical. En nuestro caso muy particular desde muy jóvenes compartíamos la alegría de esos ricos ritmos en la casa donde vivíamos, donde nos reuníamos todos en la sala y cantábamos a forma de descarga cubana en el tiempo que duraban los apagones de luz. Aún lo seguimos haciendo cuando nos reunimos en Buenos Aires cuando no estamos de gira y se forma el guateque en cualquier momento.
Una saga
-Ibrahim senior era la imagen de la ternura y la fragilidad ¿no?
-Cierto es que el viejo transmitía ternura y paz, no creo que la fragilidad fuera una de sus virtudes o en el mejor de los casos algún defecto y de hecho lo demuestra que convivió con una enfermedad que al final le venció, pero sin demostrarnos nunca flaqueza o temor por un desenlace que todos sabíamos que pronto podía llegar.
-¿Desde dentro de la familia, cómo se vivió su éxito? ¿Y el que fuera tan tardío?
-Su éxito se vivió dentro del seno de la familia tal y como el mismo lo había vivido y disfrutaba, con humildad y sencillez. Tal vez en los últimos momentos lo empezó a interiorizar un poco, porque nunca se lo creyó. No entendía como un hombre como él, un artista de pueblo podía llenar plazas y abarrotar teatros, ese sentimiento nos lo inculcó hasta el final de su vida. Y algo importante se resume en una de sus palabras al expresar: «Le agradezco a la vida por todo lo que me tenía guardado».
-Todavía no se ha agotado 'Efecto Buenavista' ¿hay que esperar aún a los ochenta para ser alguien en la música cubana?
-El efecto Buena Vista es una consecuencia de la necesidad de romper barreras y fronteras, mucho se ha especulado sobre si fue o no bueno que esto sucediera, pero la verdad es que son muchos los que necesitaban, allende a los mares de la isla, que algo así ocurriera y de esa forma entonces abrirle un espacio a algo que tan arraigado está en las raíces culturales de Cuba, la música popular en toda la extensión de sus géneros.
El cine
-Lo curioso es que por la película fuera de Cuba se piensa que su música es la que suena en ella ¡y es la de hace más de medio siglo!
-No son pocos los jóvenes que siguen llevando por el mundo nuestra música, que es la de siempre, aun cuando esta cumpla más de doscientos años. La popularidadya es ajena a esas voluntades, pero el resultado si se palpa en cualquier lugar. Aún se cantan boleros para enamorarse las parejas jóvenes, se baila un son o su derivación la salsa, el cha cha chá o la rumba.
-Se lo digo porque la actualidad sonora del isla tiene poco que ver con los viejitos: ¡sólo se escucha timba y reggaetón!
-No es menos cierto que hay una juventud creadora tanto dentro como fuera de Cuba y la razón misma de que hoy sea mucho más fácil escuchar el reggaetón o la timba en la Isla, le da mucha más fuerza a los creadores.
-¿En qué consiste este recuerdo familiar a Ibrahim?
-En agrupar a sus continuadores, acompañados por destacados músicos radicados fuera de Cuba, que en general reconocen su calidad artística, pero mucho más su calidad humana, por lo que se suman de forma incondicional al proyecto y en él se cantan las canciones más representativas de repertorio popular cubano, algo que sin lugar a dudas le hizo sentir un modesto orgullo a un artista de pueblo como Ibrahim Ferrer Planas.

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